“La emoción inmortalizada en Fotografías mágicas”
La magia que siento como fotógrafo al participar en una sesión fotográfica en la vida de un circo es simplemente fascinante, en esta ocasión HC Studio tuvo este privilegio. Desde el momento en que ingreso a los camerinos, puedo sentir la emoción y la energía que flota en el aire.
Mientras camino entre los artistas, puedo percibir la tensión previa al espectáculo. Los equilibristas afinan su concentración, los malabaristas practican sus movimientos con destreza y la contorsionista se prepara para desplegar su flexibilidad única. Cada uno de ellos es un maestro en su arte, dedicado a perfeccionar su actuación y llevar la magia a cada espectador.
Luego, llega el momento esperado: el instante en que los artistas salen al escenario. Mi cámara se convierte en una extensión de mí mismo, capturando cada movimiento grácil de los equilibristas, cada malabar en perfecta sincronía y cada pose asombrosa de las estrellas.
A medida que el espectáculo se desarrolla, me sumerjo en un mundo paralelo donde la realidad se fusiona con la fantasía. La diosa del monociclo desafía las leyes de la gravedad mientras equilibra con elegancia sobre una rueda giratoria, los motociclistas se sumergen intrépidos en la esfera de la muerte, dejando a todos con el corazón en la boca y por supuesto el payaso estelar Tavo Boy, con su ingenio y su habilidad para arrancar sonrisas.
A través de mi lente, capturo la esencia de estos momentos efímeros, preservando para siempre la pasión y el talento de esta familia circense extraordinaria. Cada fotografía cuenta una historia, una historia de valentía, destreza y amor por el arte. Cada clic de mi cámara es como una pincelada de magia, congelando la emoción en una imagen eterna.
La magia del circo trasciende las barreras del tiempo y el espacio. Ser testigo acompañado de HC Studio, y capturar esos momentos únicos es un regalo que atesoro y que me inspira a seguir buscando la magia en cada toma.
Por: Juan Carlos Hernández Mañon