En una acusación grave, Rusia ha señalado al presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, de estar implicado en una conspiración, supuestamente con Ucrania, para impedir la participación de destacados atletas rusos en los próximos Juegos Olímpicos de París. La controversia surge en un momento de tensiones deportivas y políticas, marcadas por la decisión de que los competidores rusos y bielorrusos participen bajo una bandera neutral, sin himnos nacionales, como respuesta al conflicto en Ucrania.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, formuló la acusación tras la divulgación de una grabación realizada por los comediantes rusos Vovan y Lexus. En esta grabación, se engañó a Bach para que creyera que estaba dialogando con un alto funcionario deportivo africano. Durante la conversación, Bach mencionó la existencia de un panel especial del COI dedicado a monitorear las declaraciones políticas de los atletas rusos en medios y redes sociales, excluyendo a aquellos que mostraran apoyo al gobierno ruso.
La revelación ha exacerbado las ya tensas relaciones entre Rusia y el COI, especialmente ante la próxima cita olímpica en París, donde se ha restringido la presencia simbólica de Rusia y Bielorrusia. Además, a estos atletas se les ha negado la participación en el desfile inaugural.
Zajárova ha solicitado una «investigación exhaustiva» sobre las interacciones entre Bach y el Comité Olímpico Nacional de Ucrania, criticando lo que considera una maniobra para excluir a los atletas rusos basándose en criterios políticos.
Anticipándose a la controversia que podría generar la llamada engañosa, el COI aclaró previamente que Bach había sido objeto de un engaño. El organismo ya ha anunciado la formación de un grupo de revisión para evaluar la participación de atletas rusos y bielorrusos en los Juegos, estableciendo como criterio que no deben haber expresado apoyo a la guerra en Ucrania ni estar vinculados a entidades militares o de seguridad.
Este episodio refleja la complejidad de las interacciones entre el deporte y la política global, subrayando la delicada posición en la que se encuentran las instituciones deportivas internacionales frente a conflictos geopolíticos.
