La elección de Ève Gilles, de 20 años, como la nueva Miss Francia ha desatado una ola de controversia tras su coronación el 17 de diciembre. Gilles, única concursante con un corte de cabello ‘pixie’, ha llamado la atención por su aspecto más delgado en comparación con el típico físico curvilíneo asociado con el título.
La apariencia singular de la joven ha provocado críticas hacia el concurso y los jueces, generando opiniones divididas entre los espectadores. Muchos argumentan que su aspecto no representa la imagen tradicional de una mujer francesa, desencadenando un debate sobre la representación en concursos de belleza.
En respuesta a las críticas, Gilles ha defendido su elección de estilo, considerándolo un triunfo para las minorías que optan por un «look andrógino», destacando la diversidad de apariencias entre las mujeres. «Cada mujer es diferente, todas somos únicas», enfatizó, desafiando las normas preestablecidas sobre la belleza y celebrando la diversidad.
Esta coronación marca un hito en los 103 años de historia del certamen al ser la primera vez que una concursante es coronada sin tener el cabello largo, respaldando el mensaje de Gilles sobre la importancia de celebrar la diversidad en los estándares de belleza.
La polémica se ha extendido en las redes sociales y en los comentarios de los espectadores del programa, con opiniones encontradas. Mientras algunos elogian la elección de Gilles como un paso hacia la inclusión y la evolución del concurso, otros cuestionan si representa adecuadamente la imagen de Miss Francia y critican su apariencia ‘andrógina’.