Un estudio reciente ha arrojado luz sobre la preocupante posibilidad de que las mascotas domésticas, tanto perros como gatos, actúen como vectores de bacterias resistentes a los antibióticos hacia sus dueños. Esta investigación, que se presentará en el próximo congreso ESCMID Global, revela evidencia de transmisión de bacterias multirresistentes entre mascotas enfermas y sus dueños sanos, destacando la importancia de abordar este fenómeno.
La preocupación radica en el potencial de las mascotas para convertirse en reservorios de resistencia antimicrobiana y su contribución a la propagación de esta problemática. Se subraya la necesidad de integrar los hogares con animales en los programas de vigilancia de la resistencia a los antibióticos, dada la gravedad de las consecuencias de las infecciones farmacorresistentes.
Según las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las infecciones resistentes a los antimicrobianos causan más de 1.2 millones de muertes al año a nivel mundial, y se prevé que esta cifra aumente a 10 millones para el año 2050 si no se toman medidas urgentes. En este contexto, la resistencia antimicrobiana se ha identificado como una de las principales amenazas para la salud pública.
La Dra. Juliana Menezes, investigadora principal del estudio y perteneciente a la Universidad de Lisboa, enfatiza la importancia de comprender y abordar la transmisión de bacterias resistentes de animales de compañía a humanos. Destaca que este conocimiento es fundamental para combatir eficazmente la resistencia antimicrobiana tanto en la población humana como en la animal.
El estudio implicó el análisis de muestras de heces, orina y hisopos de piel de perros y gatos, así como de sus respectivos dueños, en busca de Enterobacterales resistentes a antibióticos comunes. Estos hallazgos resaltan la necesidad de una mayor conciencia y medidas preventivas para mitigar el riesgo de transmisión de bacterias resistentes a los antibióticos desde las mascotas hacia los seres humanos.
