Tras casi tres meses de intensos enfrentamientos entre Israel y el grupo palestino Hamás, las proyecciones de cese al fuego se desvanecen. El jefe del ejército israelí, Herzi Halevi, advirtió que la contienda contra Hamás se prolongará «muchos meses más». Este anuncio se da en un contexto de creciente intensidad en los bombardeos sobre la Franja de Gaza, donde, desde el 7 de octubre, el conflicto ha cobrado la vida de más de 21 mil personas, según cifras del movimiento islamista palestino. La situación humanitaria se torna cada vez más crítica, acrecentando los llamados a detener las hostilidades.
El incremento de la preocupación por la crisis humanitaria ha suscitado llamados para poner fin al conflicto, mientras que incidentes asociados a grupos respaldados por Irán, en solidaridad con Hamás, generan temores de una escalada a nivel regional. Estados Unidos reportó el derribo de drones y misiles en el mar Rojo, atribuidos a rebeldes hutíes en Yemen, elevando aún más la tensión en la zona.
Las autoridades israelíes reafirman su compromiso con la ofensiva contra Hamás, subrayando la persistencia en la consecución de sus objetivos. El jefe del ejército enfatizó la complejidad de los objetivos de esta guerra, asegurando así la continuidad del conflicto por un extenso período.
Este conflicto ha dejado secuelas devastadoras: más de 21 mil personas han perdido la vida, la mayoría de ellas mujeres y niños, según datos del ministerio de Salud de Gaza. La situación en Gaza se ha deteriorado notablemente debido al asedio israelí, provocando escasez de agua, alimentos, combustible y medicamentos para los 2.4 millones de habitantes, con cerca de 1.9 millones desplazados, según la ONU.
Las tensiones se han extendido a Cisjordania ocupada, donde operaciones militares han resultado en más muertes. Más de 300 palestinos han fallecido a manos de soldados o colonos israelíes desde el inicio de la guerra, evidenciando una escalada preocupante de violencia en la región.
El llamado internacional a detener este conflicto se intensifica, buscando soluciones para mitigar la crisis humanitaria y evitar una escalada que pueda desencadenar aún más violencia y sufrimiento en la región.
