La próxima temporada de frentes fríos 2023-2024 se acerca y trae consigo la posibilidad de lluvias intensas y significativos cambios climáticos en diversas regiones de México. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) advierte que estos fenómenos climáticos podrían comenzar a manifestarse a partir de septiembre, interactuando incluso con tormentas tropicales y ciclones, lo que podría aumentar la cantidad de precipitaciones en el país.
Si bien se espera que las precipitaciones mantengan su promedio habitual en la mayoría del territorio nacional, se pronostica una disminución en la región noroeste. Por otro lado, se anticipan lluvias más intensas en áreas del sur, sureste, centro y occidente de México, destacando particularmente en el norte de Chiapas y sus zonas limítrofes con Tabasco.
Los frentes fríos, generados cuando una masa de aire frío choca con una de aire caliente, traen consigo una serie de condiciones adversas como lluvias, vientos fuertes, temperaturas bajas, caída de nieve y la posibilidad de tormentas invernales. Aunque su periodo de mayor frecuencia es de noviembre a mayo, estos fenómenos pueden ocurrir a lo largo de todo el año, teniendo su punto álgido durante los meses de agosto y septiembre, que suelen ser los más propensos a la formación de huracanes.
Los estados del norte de México son particularmente susceptibles a los efectos de los frentes fríos, ya que estos sistemas frontales suelen afectar a gran parte del territorio nacional. La interacción entre frentes fríos y tormentas tropicales o ciclones puede generar condiciones climáticas aún más desafiantes y variables, requiriendo una atención especial por parte de las autoridades y la población.
