El miércoles 27 de septiembre, el astronauta Frank Rubio hizo historia al regresar a la Tierra después de pasar 371 días en el espacio, superando el récord previo establecido por Mark Vande Hei y convirtiéndose en el astronauta estadounidense con más tiempo en órbita. Rubio, de ascendencia salvadoreña, aterrizó a bordo de la nave Soyuz MS-23 en compañía de sus colegas Sergey Prokopyev y Dmitri Petelin, siendo recibidos por un equipo de la NASA.
El aterrizaje tuvo lugar cerca de Dzhezkazgan, Kazajstán, alrededor de las 7:17 a.m. (hora del este de Estados Unidos). Esta misión especial, que abarcó más de un año, se posicionó como el tercer vuelo más largo en la historia de la NASA, y su retorno marcó un hito importante en la exploración espacial.
Durante la fase de descenso, Sergey Prokopyev, uno de los tripulantes, informó a los controladores en tierra que los tres astronautas se encontraban en buen estado de salud, a pesar de haber experimentado fuerzas gravitacionales superiores a cuatro veces la gravedad de la Tierra mientras su cápsula cruzaba la atmósfera a gran velocidad en su camino hacia la árida estepa kazaja.
Un equipo de recuperación, asistido por helicópteros, estuvo presente para ayudar en la extracción de los viajeros espaciales al aterrizar, garantizando un regreso seguro después de esta histórica odisea en el espacio.
