La senadora Dianne Feinstein, una figura icónica en la política estadounidense y pionera en la representación de las mujeres, falleció a los 90 años en su residencia en Washington. Con seis mandatos en el Senado, Feinstein ostentaba el récord como la senadora en activa con más años de servicio y se esperaba que se retirara al finalizar su período actual el próximo año. Su legado incluye hitos significativos, como liderar la primera prohibición federal de armas de asalto y encabezar investigaciones sobre la tortura de la CIA a sospechosos de terrorismo extranjero.
El presidente Joe Biden rindió homenaje a Feinstein, destacando su tenacidad e inteligencia, describiéndola como una «estadounidense pionera» y un «verdadero pionero». Sin embargo, la muerte de Feinstein tiene importantes implicaciones políticas, ya que los demócratas se enfrentan a la tarea de encontrar un sucesor para la senadora de California. Con preguntas persistentes sobre su edad y estado físico, Feinstein estaba destinada a retirarse al finalizar su mandato, y la carrera por sucederla ya ha atraído a candidatos de alto perfil, incluidos Adam Schiff, Katie Porter y Barbara Lee.
Antes de ingresar a la política nacional, Feinstein fue la primera mujer en ser alcaldesa de San Francisco, ascendiendo al cargo tras el asesinato del alcalde George Moscone y Harvey Milk en 1978. Su trayectoria incluyó intentos infructuosos para la gobernación, pero en 1992, junto Barbara Boxer, hizo historia al convertirse en la primera dupla de mujeres en representar a California en el Senado.
Feinstein, quien también fue la primera senadora judía, dejó su huella como defensora del control de armas y como la primera mujer en liderar el influyente comité de inteligencia del Senado. A lo largo de su carrera, enfrentó críticas y elogios, desde su respaldo a la resolución sobre la guerra de Irak hasta su papel en la confirmación de Amy Coney Barrett para la Corte Suprema en 2020. Su legado es recordado como un testimonio del cambio en el papel de las mujeres en la política estadounidense, aunque subraya la persistencia de desafíos como la igualdad salarial y los derechos reproductivos.
La pérdida de Feinstein se sintió profundamente en el Capitolio, donde el líder de la mayoría demócrata, Chuck Schumer, elogió su valentía y elegancia. Mientras la nación lamenta su partida, la senadora deja un legado que impactó la vida de muchos, según las palabras de Schumer: «Estados Unidos es un lugar mejor gracias a la senadora Dianne Feinstein».
