Un estudio reciente publicado en el European Journal of Nutrition reveló que el incremento en el consumo de alimentos ultraprocesados se asocia con un aumento significativo en el riesgo de padecer cáncer de cabeza y cuello, así como adenocarcinoma esofágico. Según los análisis del equipo investigador, un incremento del 10% en el consumo de estos alimentos se correlaciona con un 23% más de riesgo en cáncer de cabeza y cuello, y un 24% más de riesgo en adenocarcinoma de esófago.
Sin embargo, los resultados mostraron que el aumento en la grasa corporal explica solo una fracción mínima de esta asociación estadística entre el consumo de ultraprocesados y el riesgo de cáncer en el tracto aerodigestivo superior. La autora principal, Fernanda Morales-Berstein de la Universidad de Bristol, destacó que otros factores podrían explicar esta relación, incluyendo aditivos como emulsionantes y edulcorantes artificiales, previamente vinculados con riesgos para la salud.
Los investigadores sugieren que los contaminantes presentes en los envases de alimentos y el proceso de fabricación podrían ser otros elementos que influyan en esta asociación. No obstante, advierten sobre posibles sesgos en las asociaciones encontradas, lo que indica que se necesitan más investigaciones para una comprensión más profunda.
George Davey Smith, también de la Universidad de Bristol, enfatiza la necesidad de estudios a largo plazo que evalúen la dieta y los hábitos contemporáneos, considerando factores socioeconómicos y hábitos de salud generales para determinar si los ultraprocesados son realmente la causa directa de estos riesgos para la salud. Además, recalca la importancia de investigar otros mecanismos, como aditivos alimentarios y contaminantes, que puedan explicar estas conexiones.
