La cuenta regresiva para el posible colapso de la humanidad se acelera, ya que el Reloj del Apocalipsis, también conocido como el Reloj del Fin del Mundo, fue ajustado a tan solo 90 segundos de la medianoche este martes 23 de enero por el Boletín de los Científicos Atómicos. Esta organización, encargada de gestionar el reloj desde su creación en 1947, ubicó las manecillas en la posición más crítica de su historia, señalando la urgencia de los problemas que enfrentamos como planeta y sociedad.
El Reloj del Fin del Mundo fue ideado en 1947 por luminarias como Albert Einstein y Robert Oppenheimer, junto con figuras clave del proyecto Manhattan, con el propósito de visualizar la proximidad de la humanidad al juicio final. Su funcionamiento implica cambios anuales en su configuración, acercándose o alejándose de la medianoche, el simbolismo de la aniquilación total.
Ante la inquietante noticia de que solo quedan 90 segundos para el posible fin del mundo, es crucial comprender el contexto y la razón detrás de este ajuste. El Boletín de los Científicos Atómicos, a través de la Junta de la Ciencia y Seguridad, toma la responsabilidad de determinar la hora exacta del reloj, considerando factores como la estabilidad geopolítica, la amenaza nuclear, el cambio climático y otros riesgos globales.
Este reloj, que mide la inminencia de desafíos apocalípticos, refleja la preocupación de la comunidad científica y de seguridad ante la situación crítica del mundo. En un año marcado por crisis globales, el ajuste a 90 segundos de la medianoche advierte sobre la necesidad urgente de abordar los problemas que enfrentamos como sociedad para evitar el catastrófico escenario simbolizado por las manecillas del Reloj del Apocalipsis.
