El expresidente Felipe Calderón arremete contra el proyecto del Tren Maya, calificándolo como la mayor obra de destrucción de selva tropical impulsada por la decisión arbitraria de un gobernante. Según Calderón, esta controvertida iniciativa ha llevado a la tala de miles de hectáreas de selva y está provocando la destrucción de valiosos ecosistemas, incluyendo la reserva de jaguar y afectando el sistema hidráulico de los cenotes y lagunas de Bacalar.
La construcción del Tren Maya también está ocasionando la devastación de importantes vestigios arqueológicos pertenecientes a la antigua civilización. Para Calderón, esta obra representa una amenaza para el patrimonio cultural y natural de la región.
El Tren Maya, una de las obras insignia del gobierno actual, ha sido objeto de controversia desde su anuncio. A pesar de las críticas y preocupaciones planteadas por expertos y ambientalistas, el proyecto sigue avanzando, generando fuertes divisiones entre quienes lo ven como un impulso para el desarrollo económico y quienes temen sus consecuencias ambientales.
La voz del expresidente se une a otros llamados a reconsiderar el impacto ambiental del Tren Maya y a buscar alternativas que protejan la rica biodiversidad y patrimonio cultural de la región sureste de México.
Organizaciones y defensores del medio ambiente han expresado su preocupación por el impacto de esta mega obra en la selva y los ecosistemas, resaltando la necesidad de encontrar un equilibrio entre el desarrollo y la conservación de la naturaleza. El debate sobre el Tren Maya sigue vigente, mientras se buscan soluciones para asegurar un desarrollo sostenible en la región sin afectar su riqueza natural y cultural.
