El presidente Andrés Manuel López Obrador se ha negado a una propuesta de entrevista por parte del empresario Ricardo Salinas Pliego, citando un litigio fiscal pendiente como la razón principal. Durante su acostumbrada conferencia de prensa matutina en Ciudad de México, López Obrador explicó que no considera apropiado el encuentro debido a un asunto en el Poder Judicial relacionado con impuestos que involucra al Grupo Salinas Pliego.
La propuesta de Salinas Pliego surgió tras ser mencionado por el presidente en su conferencia, donde López Obrador reveló, el pasado 20 de marzo, que el magnate y su conglomerado adeudan más de 63 mil millones de pesos en impuestos al Sistema de Administración Tributaria (SAT). Esta revelación, según el presidente, se hizo de manera irregular, destacando la magnitud de la deuda fiscal del empresario.
Respondiendo a los comentarios del presidente, Salinas Pliego utilizó la plataforma X para desafiar a López Obrador a una entrevista, prometiendo una conversación franca, honesta y crítica. «Ponle fecha y hora presidente y yo ahí estaré; si te animas, me comprometo a llevarla en todos nuestros canales de televisión y canales digitales, incluso a compartirla con otros medios que así lo soliciten», afirmó el dueño de TV Azteca.
Sin embargo, López Obrador ha optado por mantener distancia, aludiendo al proceso judicial en curso: “No puedo porque hay un asunto en el Poder Judicial que tiene que ver con los impuestos y es mejor que pase y luego hablamos”.
Este desencuentro subraya una batalla fiscal más amplia entre el gobierno federal y el empresario, que viene de largo aliento. El gobierno confirmó recientemente que los adeudos fiscales de Salinas Pliego ascienden a la cifra ya mencionada, reiterando información publicada previamente que señalaba créditos fiscales por al menos 40 mil millones de pesos contra Grupo Elektra, parte de Grupo Salinas, desde enero de 2022.
El trasfondo de esta deuda se vincula con cambios legislativos que afectaron las estrategias fiscales del conglomerado, particularmente tras la modificación a la Ley del Impuesto sobre la Renta en 2013 y la derogación del régimen de consolidación tributaria en 2014, los cuales pusieron fin a prácticas como reportar pérdidas por venta de acciones de subsidiarias para reducir el pago de impuestos.
