En Poza Rica, Veracruz, los habitantes de colonias como Lázaro Cárdenas denunciaron que no recibieron advertencias previas antes del desbordamiento del río Cazones, ocurrido la madrugada del 10 de octubre, lo que provocó graves pérdidas materiales y económicas. Muchos aseguran que se enteraron por aviso de vecinos y apenas lograron salir con lo indispensable.
La gobernadora Rocío Nahle rechazó las acusaciones y afirmó que las alarmas de Pemex y Protección Civil sonaron a las tres de la mañana, permitiendo evacuar a miles de personas. Sin embargo, los testimonios de los damnificados contrastan con la versión oficial, pues aseguran que la crecida del río los tomó por sorpresa.
Cientos de familias perdieron sus viviendas, enseres y negocios; algunos estiman daños superiores a los 200 mil pesos. La Armada de México mantiene activo el Plan Marina y ha entregado más de mil despensas a las zonas más afectadas. Poza Rica y Álamo son los municipios con mayores estragos, según Protección Civil.



