El expresidente Donald Trump firmó una proclama que impone un arancel del 50% a productos semiacabados y derivados del cobre importados, argumentando motivos de seguridad nacional. La medida, que entra en vigor el 1 de agosto, excluye materias primas como minerales, concentrados, cátodos y chatarra.
La orden, derivada de una investigación bajo la Sección 232, también obliga a que el 25% de la chatarra de cobre de alta calidad producida en EE. UU. se venda dentro del país. Con ello, busca fortalecer a la industria nacional del cobre frente a la competencia extranjera. Esta decisión podría tener implicaciones significativas en los mercados globales del metal y en las relaciones comerciales con países exportadores.