Por Fátima Salazar.
Actualmente participa como columnista para Grupo Garza Limón, así como Coordinadora de Comunicación Social en el Juzgado Cívico Administrativo.
«Toda crisis es una oportunidad para impulsarte y aprovechar esa fuerza a tu favor».
Todo cambia al interior de los partidos políticos y, a pesar de que para algunos les costó décadas llegar al poder, hoy simplemente se pulverizan. Sin embargo, lo que persiste es la imagen dentro de la comunicación política, los toques de mensajes ocultos. A nivel local, incluso se observa una tendencia en el color del tinte de cabello de algunas mujeres en el ámbito político.
Según Álvaro Gordoa, quien se ha posicionado como un experto en imagen pública, asegura que la imagen es percepción. A lo largo de la política, pero especialmente en la última década, con el auge de las redes sociales, hemos visto cómo funcionarios públicos, políticos y todo tipo de servidores del sistema administrativo han generado percepciones que, a lo largo de los años después de dejar sus cargos públicos, el común de la sociedad los identifica más por algún error, un mote mal intencionado de la oposición, algún suceso gracioso o simplemente, por la forma de vestir.
El ser humano es un comunicador natural. Hay respuestas incluso en las no respuestas. Es muy común en esta época los mensajes en visto del Whatsapp que pueden desencadenar tanta frustración. Hay terapeutas que señalan el uso de las redes sociales (Twitter, Facebook, Instagram, TikTok, Whatsapp…) como la principal causa de divorcio. Infidelidades, malos entendidos, relaciones que duraron años, todo puede terminar con un desafortunado post, un like en la foto de otra persona.
Todo hace pensar que somos desechables, que la instantaneidad que brinda navegar por estas redes quiere contagiar de efímero a todas las relaciones. Estamos en un mundo de papel, donde al caerse un celular es mejor adquirir uno nuevo porque la pantalla o pieza dañada vale más que el aparato mismo. Así de fácil resulta acabar con la imagen de cualquier figura pública. El periodo electoral de 2024 ya comienza a aumentar la temperatura en el termómetro electoral.
@LCCFatySalazar