Detrás de su belleza y destreza actoral se encuentra una herencia artística que fluye tanto de su madre, Astrid Gruber, también actriz, como de su famoso padre, Gabriel Fernández, conocido como ‘El Chamo’. Pocos saben que la actriz de 34 años proviene de una familia de artistas. Su padre, hoy con 57 años, alcanzó renombre internacional como parte del grupo musical Los Chamos, y su talento lo llevó a presentarse en diversos países, incluyendo México, donde participó en el programa de televisión ‘Siempre en domingo’ conducido por Raúl Velasco.
El lazo de Scarlet con la industria del entretenimiento no solo se limita a su actuación, sino que también se extiende a su familia. Su padre, además de ser músico, incursionó en la actuación. En 1983, formó parte de la película ‘Secuestro en Acapulco’, compartiendo escena con Yuri y otros compañeros de Los Chamos. Cuatro años después, tuvo la oportunidad de participar en la exitosa telenovela ‘Quinceañera’, junto a figuras como Adela Noriega y Thalía.
Después del cierre del capítulo musical de ‘Los Chamos’, Gabriel Fernández regresó a Venezuela, su país natal, y continuó su carrera como solista. Fue allí donde conoció a la actriz Astrid Gruber, con quien formó una familia y tuvo dos hijas, Scarlet y Stefani. En redes sociales, Scarlet Gruber comparte con orgullo y alegría momentos junto a su padre, resaltando el afecto que los une.
La historia detrás de la relación de Scarlet Gruber con el actor Omar Fierro también es notable. Aunque pocos conocían este aspecto de su vida, en público, ella refiere a Fierro como su padre. Esto se debe a que, tras el divorcio de sus padres cuando ella tenía 5 años, su madre Astrid Gruber mantuvo una relación sentimental con Fierro. A pesar de que la relación amorosa no prosperó, el cariño entre Fierro y Scarlet Gruber persiste.
Este vínculo artístico y personal ha perdurado con el tiempo, al punto de que Scarlet Gruber comparte fotografías junto a su «papá» y se refiere a los hijos de Fierro como sus hermanos. Así, la trama de la vida real se entrelaza con la de la pantalla, formando un relato que trasciende las fronteras del entretenimiento.