Desde el 14 de febrero, la Iglesia Católica ha estado en oración por el Papa Francisco, quien fue hospitalizado debido a varios problemas respiratorios. El Pontífice, ingresado en el Policlínico Gemelli de Roma, continúa bajo tratamiento debido a dificultades respiratorias persistentes, y aunque no requiere ventilación mecánica en este momento, el Vaticano ha informado que en días previos experimentó crisis respiratorias agudas que requirieron el uso de este soporte.
Actualmente, el Papa Francisco está recibiendo fisioterapia respiratoria y oxígeno de alto flujo a través de cánulas nasales, estando en su día 19 de hospitalización. El 3 de marzo, sufrió dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda, causados por una importante acumulación de mucosidad, lo que resultó en la necesidad de realizarle broncoscopias para aspirar las secreciones y tratar la neumonía bilateral que padece. Debido a estas crisis, el Papa tuvo que retomar la ventilación mecánica no invasiva, aunque se mantiene alerta, orientado y colaborador.
El diagnóstico incluye una bronquitis con infección polimicrobiana y neumonía bilateral. Dada su avanzada edad (88 años), su condición es delicada y su pronóstico permanece «reservado». Los fieles continúan rezando el rosario por su salud en la Plaza de San Pedro, mientras la Curia romana ha decidido realizar los Ejercicios Espirituales en comunión espiritual con el Santo Padre, comenzando el 9 de marzo.