La selección nacional de México aterrizó en Tegucigalpa con la mirada fija en un objetivo crucial: asegurar su boleto a la próxima Copa América. Enfrentando a Honduras en los cuartos de final de la Liga de las Naciones de Concacaf, el Tricolor busca obtener la victoria que les garantice un lugar en el prestigioso torneo a disputarse en Estados Unidos.
El arribo del equipo azteca al hotel de concentración no pasó desapercibido, con una gran expectación de la prensa hondureña y un robusto dispositivo de seguridad que escoltó al equipo desde el aeropuerto de Comayagua, a poco más de una hora y media del centro de la ciudad de Tegucigalpa.
Entre la emoción de la llegada, algunos aficionados mexicanos se congregaron para mostrar su apoyo al equipo, mientras que seguidores hondureños buscaban obtener autógrafos y fotografías de los jugadores aztecas. Jorge Sánchez, Santiago Giménez, Henry Martín y Guillermo Ochoa fueron algunos de los futbolistas que se detuvieron para complacer a los seguidores a su salida del autobús.
El encuentro no solo es crucial para el equipo mexicano, sino que también representa la primera vez en un partido oficial en Centroamérica para varios jugadores clave. Nombres como Santiago Giménez, Erick Sánchez, Luis Chávez y Julián Araujo, piezas fundamentales para Jaime Lozano, vivirán esta experiencia por primera vez, en un duelo determinante para el futuro del Tricolor en la Copa América.