Pasajeros del vuelo JAL516, que colisionó con otro avión en el aeropuerto Haneda de Tokio, compartieron sus impactantes experiencias durante el fatídico incidente. La cabina se llenó de humo y un calor asfixiante, sumiendo a los 379 pasajeros en el pánico antes de una evacuación que muchos describen como «un milagro».
Tras el impacto en la pista con un avión de guardacostas, la angustia se apoderó de la cabina. Llantos de niños, gritos desesperados y súplicas para salir llenaron el espacio, como evidencia un video captado por uno de los pasajeros y difundido por los medios japoneses. «¡Por favor déjennos salir!», clamó en llanto un niño, mientras la tripulación pedía colaboración y solicitaba que no se sacaran equipajes.
Uno de los relatos más impactantes provino de una pasajera que describió cómo el olor a humo generó pánico: «Las puertas no se abrieron y todo el mundo empezó a entrar en pánico. Empezó a hacer mucho calor dentro del avión y, para ser sincera, pensé que no iba a sobrevivir», confesó. La evacuación se llevó a cabo con toboganes inflables en un tiempo récord, aunque el resultado fue agridulce, ya que cinco de los seis ocupantes del otro avión involucrado perdieron la vida en un incendio posterior.
A pesar de las tragedias, algunos pasajeros expresaron su asombro por haber sobrevivido. «Es un milagro que hayamos sobrevivido», declaró un pasajero del vuelo comercial al diario Nikkei. La aeronave accidentada transportaba a un equipo de guardacostas hacia la zona afectada por un reciente terremoto que dejó más de 60 muertos.
La evacuación, ejecutada acatando estrictamente las instrucciones, evitó que la nave se convirtiera en una trampa mortal. Aunque 14 pasajeros sufrieron heridas leves, expertos en aviación destacaron la impecable ejecución del proceso. Aunque las investigaciones sobre las causas de la colisión están en curso, se sugiere que un «error humano» podría haber contribuido al trágico incidente.
