Familiares de personas que fallecieron a causa de la meningitis micótica y de aquellos que aún padecen las secuelas de esta enfermedad, marcharon en la capital del estado para exigir justicia a las autoridades al cumplirse un año desde el inicio de la emergencia sanitaria. Esta emergencia se tradujo en 80 casos positivos y 41 fallecimientos.
Los manifestantes recorrieron un trayecto de aproximadamente un kilómetro y medio, desde el estacionamiento de un centro comercial en la avenida 20 de Noviembre hasta la Catedral Basílica Menor de la Inmaculada Concepción. Durante la marcha, rindieron homenaje a cada una de las personas que perdió la vida debido a la meningitis.
En la Catedral, colocaron 41 velas en un altar que previamente habían instalado, junto a las imágenes de las víctimas mortales de la enfermedad, y asistieron a una misa en honor a los difuntos.
El 1 de noviembre de 2022, Irasema Kondo Padilla, titular de la Secretaría de Salud estatal, informó que en Durango había siete casos de mujeres jóvenes afectadas por la meningitis micótica, y una de ellas había fallecido. Las autoridades estatales señalaron que las personas afectadas por la enfermedad habían sido sometidas previamente a diversas intervenciones quirúrgicas en cuatro hospitales privados, la mayoría de las cuales eran madres que habían dado a luz por cesárea con anestesia general.
Los hospitales implicados, que incluyen Del Parque, Dickava, Santé y San Carlos, fueron clausurados para realizar investigaciones. Diez personas permanecieron detenidas en abril pasado como presuntas responsables de la emergencia de salud, incluyendo a siete dueños y/o administradores de los hospitales, un anestesiólogo, el ex director estatal de la Comisión de Protección Contra Riesgos Sanitarios y una verificadora de la misma institución. Actualmente, solo cuatro de ellos siguen bajo arresto.
En un año, se registraron 80 casos positivos de meningitis, con 41 mujeres y un hombre fallecidos, mientras que 39 personas sobrevivieron, aunque 13 de ellas continúan bajo tratamiento médico. Las sobrevivientes, como Alejandra Quirarte y América Natalie Nevárez Lares, enfrentan secuelas y luchan por obtener justicia y reparación del daño. Las autoridades estatales también han sido criticadas por no cumplir con las becas prometidas para los 81 huérfanos de las víctimas.
La lucha por la justicia y la atención a las secuelas de esta tragedia de salud continúa, mientras las familias afectadas buscan respuestas y soluciones.
Fuente: Otros medios