La comunidad motociclista de Durango se encuentra de luto tras el fallecimiento de Jaime Meléndez Castillo, un reconocido integrante de varios motoclubes, quien perdió la vida la noche del miércoles 24 de septiembre en un accidente ocurrido sobre el Periférico Norte, a la altura del poblado La Tinaja.
Según los primeros reportes, Jaime conducía una motocicleta tipo chopper, color guinda con blanco, de la marca Indiana, cuando se impactó contra una camioneta que estaba siendo empujada por varios hombres tras presentar una falla mecánica. En el lugar, personal de la Cruz Roja confirmó el deceso de dos personas, una de ellas identificada como Meléndez, de 58 años de edad.
Las autoridades abrieron una carpeta de investigación para esclarecer las circunstancias del siniestro, mientras familiares, amigos y compañeros motociclistas comenzaron a rendir homenaje a Jaime en redes sociales.
El fallecimiento de Jaime generó una fuerte reacción entre los clubes de motociclistas en Durango, quienes expresaron su pesar y destacaron su legado dentro del movimiento biker.
La Confederación Internacional CIMOPC, organización de la cual formaba parte, fue de las primeras en enviar un mensaje:
“Oramos por su descanso eterno. Se ha ido de nuestra vista, pero nunca de nuestros corazones”, escribieron.
A este homenaje se sumaron otros grupos como Motoclub Centauro, Lycans Bike Crew, Bastardos MC, Lobos Street Durango, Hermandad Biker Durango y Dragon’s MC, quienes coincidieron en que Jaime no solo era un apasionado de las motocicletas, sino también una persona comprometida con fortalecer la unidad de la comunidad biker.
Además, amigos personales y exalumnos se unieron al duelo. Entre ellos, Oelen Centquin expresó: “Con profunda tristeza me uno al dolor de la familia. Fue un gran amigo y maestro. Que su recuerdo permanezca siempre con nosotros”. Otro mensaje llegó desde San Miguel de Cruces, su tierra natal, donde seres queridos pidieron consuelo para sus hermanos, sobrinos y demás familiares.
En cada publicación, las palabras de cariño, respeto y admiración reflejan la huella que Jaime dejó en quienes compartieron con él rutas, charlas y vivencias.
Hoy, los motores se apagan en señal de respeto, pero el legado de Jaime Meléndez seguirá rodando en cada carretera.