En una sorprendente declaración, el presidente Andrés Manuel López Obrador admitió que solía hablar con el exministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, para influir en ciertos procesos judiciales y evitar la liberación de criminales. El mandatario reconoció que, bajo la administración de Zaldívar, se mantenían conversaciones para advertir sobre situaciones específicas a jueces y evitar decisiones que podrían llevar a la liberación de delincuentes.
La revelación ocurrió durante la conferencia matutina de este miércoles, donde López Obrador destacó que esta dinámica cambió con la llegada de Norma Piña al frente del máximo tribunal. El presidente expresó que, en la actualidad, el Poder Judicial se ampara en su autonomía para permitir acciones ilícitas por parte de jueces. Además, acusó a Piña de permitir que los jueces realicen actos ilícitos bajo el pretexto de la autonomía judicial.
El mandatario detalló situaciones específicas en las que, según él, la administración de Zaldívar permitía intervenir para prevenir la liberación de criminales. Sin embargo, con la llegada de Norma Piña, esta posibilidad de influencia se vio reducida, según López Obrador. Estas declaraciones han generado controversia y plantean preguntas sobre la relación entre el poder ejecutivo y el judicial en México.