Aunque Andrés Manuel López Obrador no será candidato en las elecciones de 2024, su presencia sigue siendo un factor crucial en el proceso electoral. El presidente mexicano de 70 años, conocido popularmente como AMLO, continúa ocupando un lugar destacado en la vida política del país, y su imagen se ha convertido en un símbolo que trasciende las fronteras de la política para llegar al ámbito del merchandising.
Frente al majestuoso Palacio Nacional de México, una escena colorida y bulliciosa se desarrolla a diario. Multitudes, mayormente compuestas por mexicanos, se congregan alrededor de un puesto que ofrece una amplia gama de productos con la imagen de AMLO. Desde muñecos de felpa hasta parlantes, pasando por aretes, sandalias de plástico, calcomanías, sombreros, tazas, encendedores e incluso libros para colorear, el mercado del merchandising de López Obrador es variado y omnipresente.
El ascenso de López Obrador a una figura de proporciones épicas en la política mexicana no ha pasado desapercibido. Desde su ascenso al poder, ha cultivado una base de seguidores apasionados que ven en él un líder capaz de impulsar cambios significativos en el país.
Ahora, su presencia en el mercado del merchandising plantea nuevas preguntas sobre su influencia en las elecciones. Si bien AMLO no estará en la boleta electoral, su imagen y legado seguirán presentes en la mente del electorado. Los productos con su imagen podrían servir como recordatorio de su legado político y como un medio para mantener viva su influencia en el panorama político mexicano.
En un país donde la política y la cultura popular a menudo se entrelazan, el merchandising de AMLO no solo refleja su estatus como figura pública, sino que también puede tener un impacto en la percepción pública y, potencialmente, en los resultados electorales. A medida que avanza el proceso electoral, será interesante observar cómo esta conexión entre política y consumo afecta el escenario político mexicano.

