En la más reciente conferencia matutina en Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador defendió la decisión de no omitir el número de teléfono de Natalle Kitroeff, jefa de corresponsalía del New York Times, al difundir el cuestionario enviado por el diario. Aseguró que no fue un error, ya que estaba en juego la dignidad del presidente de México.
Ante la pregunta directa de si volvería a hacerlo, López Obrador respondió con firmeza: «Claro, claro, cuando se trata de un asunto en el que está de por medio la dignidad del presidente de México». Al cuestionamiento sobre la legalidad de tal acción, el mandatario argumentó que «por encima de esa ley está la autoridad moral y autoridad política». Subrayó que representa a un pueblo que merece respeto y destacó que no son delincuentes, sino que tienen autoridad moral.
El presidente justificó la difusión del documento completo, incluido el número de teléfono de Kitroeff, al afirmar que estaba en juego la investidura presidencial y la honradez de sus hijos, quienes fueron vinculados con el narcotráfico en un reportaje del New York Times. Ante la preocupación de la periodista, López Obrador sugirió: «Si la compañera está preocupada… que cambie su teléfono, otro número, ya… Quién me va a reparar el daño, quién le va a reparar el daño a mis hijos».
El presidente, quien se considera víctima de calumnias, anunció que responderá a todos los señalamientos y defendió la necesidad de aclarar las acusaciones que intentan sentarlo en el banquillo de los acusados. La polémica surge tras la publicación de un reportaje que vincula a su campaña de 2018, colaboradores y sus hijos con dinero del crimen organizado.
