El presidente Donald Trump anunció, a través de su red social Truth, una nueva orden dirigida al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para priorizar las deportaciones en Los Ángeles, Nueva York y Chicago, tres de las ciudades con mayor presencia demócrata y alta concentración de inmigrantes.
La medida se dio a conocer el domingo 15 de junio, un día después de intensas protestas en todo el país contra los operativos migratorios y en rechazo a las políticas de la actual administración. En su publicación, Trump instruyó a los agentes de ICE a implementar lo que calificó como “el Programa de Deportación Masiva más grande de la Historia”.
Trump también se quejó de supuestos actos de “violencia, hostigamiento e incluso amenazas” contra agentes de ICE, y vinculó la elección de estas ciudades con la influencia política demócrata que, según él, ha obstaculizado los esfuerzos federales en materia migratoria.
La orden se emite tras semanas de manifestaciones, en especial durante el llamado “No Kings Day”, celebrado el 14 de junio, donde miles de personas salieron a protestar en Los Ángeles y otras ciudades. Las movilizaciones han derivado en enfrentamientos con la policía, uso de gas lacrimógeno, detenciones y la imposición de toques de queda, como el decretado por la alcaldesa Karen Bass el 10 de junio.
Asimismo, la medida marca un nuevo episodio en el conflicto político entre Trump y el gobernador de California, Gavin Newsom, quien ha condenado públicamente la intervención federal, incluyendo el despliegue de la Guardia Nacional, decisión que incluso ha sido impugnada en tribunales federales.
La implementación de esta orden podría agudizar aún más las tensiones migratorias y sociales en el país, en plena antesala del proceso electoral estadounidense.