Un Boeing E-4B Nightwatch, conocido como el “avión del fin del mundo”, aterrizó en la base aérea de Andrews, cerca de Washington D.C., en plena escalada de tensión entre Estados Unidos e Irán. La llegada de esta aeronave, diseñada para servir como centro de mando en situaciones extremas, generó especulaciones en redes sociales.
Aunque no se ha informado oficialmente el motivo del vuelo, el contexto internacional ha avivado teorías sobre una posible crisis inminente. El E-4B puede operar en condiciones de guerra nuclear o ciberataques, y permitiría al presidente y al alto mando militar coordinar operaciones desde el aire.
Pese a la alarma, expertos recuerdan que este tipo de vuelos también puede formar parte de operaciones de prueba o mantenimiento, aunque dada la coyuntura, su presencia no pasa desapercibida.